26 de Marzo.-
La agricultura en nuestro país ha evolucionado en los últimos años, dando un giro importante dentro de sus procesos de producción y sobre todo de conservación y preservación de sus entornos para manejar de mejor manera sus tierras cultivables o de pastoreo.
Si bien es cierto en los últimos 50 años ha habido una migración importante desde los sectores rurales hacia las ciudades implicando una menor disponibilidad de mano de obra para los procesos productivos del campo, la intromisión de nuevas tecnologías ha permitido maximizar los recursos, hasta el punto de incrementar considerablemente la productividad rural.
En este punto, la sustentabilidad en los eslabones de la agricultura se ha transformado en un pilar y un objetivo fundamental para todo el gremio. Más allá de lo económico, desde un punto de vista ambiental, el sector está preocupado de las huellas ecológicas con miras a minimizar su impacto. Pero en términos generales, tenemos la sensación de que la agricultura del sur de Chile es lo suficientemente sustentable entre otras cosas porque seguimos utilizando las praderas en la producción de carne y leche, como principal sistema productivo. Por otro lado nuestros consumos energéticos son bajos, siendo la energía una de las industrias que más aporte a los gases de efecto invernadero. A eso debemos sumar el buen aprovechamiento de los bosques nativos como un factor de conservación de la biodiversidad.
Pero en todo lo nombrado no debemos olvidar el aspecto social de la sustentabilidad y que se relaciona con el ser humano y las comunidades en el espacio rural, las que son importantísimas, para el desarrollo de la agricultura en sana convivencia.
En la línea anterior Agrollanquihue en conjunto con la Corporación de Desarrollo del Sur, están trabajando fuertemente para estrechar los lazos de colaboración con las comunidades, con el fin de generar un mejor ambiente en pos del desarrollo de la vida rural.
Por Rodrigo Mardones Barraza Gerente Agrollanquihue A.G