14 de Junio.-

La exposición realizada en el marco del seminario  – ¿Cómo viene la temporada 2018-2019?- del presidente de la Asociación de Empresarios Agrícolas de la Provincia de Llanquihue  (Agrollanquihue),  actual director de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche FG),  y Consejero de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Eduardo Schwerter, permitió a las autoridades sectoriales presentes, jefes de servicios,  líderes gremiales,  empresarios del agro y medios de comunicación, entre otros,  interiorizarse acerca de la realidad y perspectivas de la producción de leche en Chile.

Al comenzar su ponencia, Schwerter fustigó que a pesar de que nuestro país cuenta con grandes ventajas comparativas la producción de leche está estancada.  “En su momento veníamos creciendo a tasas relativamente aceptables, pero en los últimos diez años hablamos de un claro estancamiento, esto a pesar de que producimos la mejor leche en base a praderas con alta calidad e inocuidad. Si comparamos la producción de 2008 versus la de 2017 es prácticamente la misma”, apuntó.

Sin perjuicio de lo anterior, el líder gremial remarcó el gran potencial de crecimiento de la lechería del país, la que según explicó, en cifras muy conservadoras, podría duplicar su actual volumen.   “Disponemos de las praderas suficientes, tenemos productores eficientes, y una genética animal adecuada, junto a un consumo que va creciendo”.

Respecto a los factores que condicionan ese potencial, explicó que la mirada gremial apunta a la existencia de una cadena de valor asimétrica. “La cadena no está fortalecida y evidentemente en algún momento se puede cortar.  Hay una falta de estímulos a la producción primaria, y por lo tanto, decimos que el negocio lechero es un buen negocio,  pero para una parte de la cadena. La crisis actual es del eslabón primario y no así del sector lechero en su conjunto”, advirtió.

En la cita, además, comparó las grandes utilidades reportadas por los principales conglomerados lácteos frente a la alicaída situación de los productores de leche en Chile, muchos de los cuales han debido salirse del rubro.  Según estimaciones citadas por el representante gremial se calcula que el número total de lecheros pasó de 17.000 en 1997 a 4.500 en 2017.

Constatando hechos

Para ilustrar de mejor manera la actual situación de la lechería local, Eduardo Schwerter hizo hincapié en un reciente estudio divulgado por la Fiscalía Nacional Económica (FNE).  Lo anterior, especificó, “no solo lo decimos nosotros. Aquí hubo una investigación sobre producción y procesamiento de leche,  en la cual se detectaron fallas estructurales de competencia de mercado y sin incurrir en un ilícito, sí se ratificó una disminución paulatina de la intensidad de la competencia”.

Para mitigar esos efectos, agregó,  fue la propia FNE que sugirió una serie de medidas para incrementar el poder de negociación de los productores y reducir la capacidad de los procesadores de imponer precios y condiciones de compra, junto con también relevar otros aspectos importantes para mejorar la posición de los lecheros en este mercado  a través del estudio de medidas público-económicas que permitan mejorar las condiciones de entrada para nuevos procesadores y la asociación entre productores para invertir en escala eficiente y pequeña, y orientados a productos de mayor valor agregado.

Schwerter precisó, en todo caso, que no se trata de atacar la rentabilidad de los procesadores,  “porque necesitamos una industria láctea firme y consolidada.  De nada nos serviría tener una industria sin rentabilidad, pero lo cierto es que el sector primario es eslabón débil de esta cadena y el precio de la leche sigue significado el cierre de muchas lecherías. Aquí es donde se observa que no hay una distribución equitativa de los beneficios que genera el negocio lechero”, consideró.

Habló también del favorable aumento del consumo interno de lácteos, manifestado en una tendencia constante y creciente,  incluso el año 2017 superando los 150 litros per cápita.  “Lamentablemente  este incremento del consumo ha sido satisfecho por producto importado, y es aquí donde vemos  un rango por recuperar y crecer”, sostuvo el timonel de Agrollanquihue, quien ahondó que solo el hecho de avanzar en la recomendación de consumo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en torno a los 180 litros per cápita, permitiría incrementar “hasta en un tercio”, la oferta nacional de leche fresca respecto a la a la producción actual.

Tratativas para revalorizar la actividad

Eduardo Schwerter especificó que la actual estructura del mercado lácteo obliga a los productores a buscar nuevas y distintas alternativas de desarrollo, ya que con los actuales poderes de compra «no vemos espacio para crecer. Y por lo tanto, debemos hacernos cargos de nuestra leche”, afirmó el personero, reseñando un objetivo acuñado por el actual presidente de Fedeleche.

Dijo que se está trabajando en distintos frentes en este sentido. En el corto plazo, en una solicitud de salvaguardias ante un desmedido incremento en la importación de los lácteos.  “El 2014 mostraba al país como exportador neto de leche, y por lo tanto,  nos ilusionábamos como sector con el objetivo de transformar a Chile en una potencia Agroalimentaria. Queríamos participar, aunque fuera con cifras modestas, pero veíamos que esa era el camino del sector lácteo, porque si bien la demanda interna crece,  el potencial que tenemos es para exportarlo al mundo”. No obstante, agregó que “desde el año 2015 pasamos a constituirnos como importadores netos de leche y millones de litros importados pasaron a satisfacer la demandada interna.  Solo en el caso de las importaciones de leche en polvo entera, éstas prácticamente aumentaron en un 80% en 2017 comparadas con el año anterior”,  y para este año proyectó que, “las importaciones podrían registrar un comportamiento similar al año 2017, lo que ya implica niveles extremadamente altos en cuanto a volumen”

Respecto de su valor estimó que “éstas podrían evidenciar un aumento en torno al 10 a 15%, “muy dependiente del resultado de solicitud de salvaguardia” y que precisó se trata de una medida que está validad por la Organización Mundial de Comercio y desde ese punto de vista, “no lo vemos como un proteccionismo, sino más bien como un resguardo de la producción interna frente a un exacerbado incremento en la importación de productos lácteos”.

Medias a mediano plazo 

Según consignó , una de las medidas que permitirá vitalizar al sector será el perfeccionamiento del etiquetado de los lácteos. Relató que se participó por parte de los gremios en una sesión especial de la Comisión Agrícola de la Cámara de Diputado en Valdivia y  donde se expusieron los puntos de vista de los productores primarios. “Lo que esperamos de esta iniciativa, es mejorar la información al consumidor y de alguna manera, incorporar el origen de la leche, poner dentro de la etiqueta el país de ordeña de la leche, lo que para nosotros es fundamental”, advirtió.

De esta forma, expresó además, “lograremos relevar la calidad de nuestro producto nacional”.

A mediano plazo explicó que la instauración del sello de origen de la leche, “nos permitirá destacar las bondades del proceso productivo chileno”, y agregó que se busca al mismo tiempo generar una mayor internacionalización de la leche nacional. “Vemos que el mercado asiático es donde debemos mirar y exportar. Hoy e China se están consumiendo 36 litros per cápita  y para el año 2050 esperan duplicar ese volumen, por ende, hay mucha leche que producir”, alentó a los productores locales.

Finalmente, el representante del gremio apuntó a fortalecer la asociatividad para mejorar su posición en el mercado.  “Se han creado en los últimos años grupos asociativos entre productores para comercializar su leche, incluso algunos han avanzado a la compra de insumo,  aprovechando economías de escala, pero el principal salto que debemos dar es hacia una planta de productores, que puede ser un nuevo ejemplo de cooperativismo u otra forma de asociatividad, y de esta manera, incorporarnos en el proceso de elaboración y comercialización y participar así del buen negocio lechero”, puntualizó Eduardo Schwerter