Se podría lograr en cinco años si se alinea la normativa nacional pensando en el gigante asiático y si condiciones como el valor del dólar se mantienen estables a nivel global, plantea presidente de Faenacar, Alejandro Anwandter.

Está aparentemente todo dado. Los factores internos estarían alineados y existe una gran oportunidad a nivel de mercados internacionales. Lo que falta es aprovecharla. La conclusión, que se refiere a retomar las exportaciones de carne bovina aprovechando las ventajas del país y de la demanda por este producto que existe en los mercados, quedó planteada por Alejandro Anwandter, presidente de Faenacar, el gremio de las plantas procesadoras, en el encuentro de la cadena de la carne realizado recientemente en el marco de Sago-Fisur 2018, que realizó la Corporación de la Carne, entidad que reúne a todo el sector cárnico.

«Existe el momento y tenemos ventajas increíbles: arancel cero en varios mercados, podemos exportar con hueso, porque no tenemos aftosa; nos queda solamente negociar los subproductos y la carne refrigerada con China, que entiendo ya está avanzando el SAG», plantea Anwandter, quien también es gerente general de frigorífico Osorno.

La exportación es vista como la única vía para darle sustentabilidad al negocio, que ha vivido un período negro que no le ha permitido aprovechar, por ejemplo, la cuota libre de arancel a Europa. Por ahora solo el 6% de la producción nacional es exportado. La meta es llegar pronto ojala al 30% de lo producido en el año.

En ese camino China aparece como la gran promesa. Por ahora, de los US$ 31,8 millones exportados en 2017, US$ 14,2 millones se fueron a China, US$ 3,8 millones a Canadá y US$ 2,8 millones a España, y en los primeros nueve meses de 2018 ya se registran US$ 30,4 millones, con un aumento de 30,3% respecto de igual período del año anterior.

Andwanter subrayó que la tarea no es difícil: se requieren animales sin anabólicos, estar al día en el Sipec, sistema oficial de trazabilidad animal, y contar con el certificado de antecedentes prediales.

«No hay que mirar el tema con escepticismo, ni mirar a la industria con desconfianza. Hemos sufrido los mismos problemas, pero somos los que estamos en la cabeza para detectar oportunidades comerciales y esta es tal vez la mejor que hemos tenido en mucho años… Tenemos condiciones de mercado propicias, como nunca, y muchas opciones para avanzar y hacer cosas», planteó en el Meat Days 2018, «Carne bovina: calidad de exportación».

Primero China

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos pronostica un crecimiento continuo de las importaciones chinas de carnes rojas, por una notoria occidentalización en las costumbres y porque en la medida en que las naciones se van haciendo más ricas consumen más proteínas, y entre estas, la carne de vacuno.

«Si se da por sentado que las condiciones se mantienen -principalmente el tipo de cambio, tanto en Chile como en China y otros- y se alinea la normativa pensando en China, estimo que en cinco años podríamos llegar a 100 millones de dólares, es decir, a una tasa de incremento de 50% cada año respecto del anterior», plantea Alejandro Anwandter.

Esta nueva situación ha hecho que todos los países exportadores hayan cambiado el foco de sus negocios, porque se entiende que el país oriental tarde o temprano igualará el estándar mundial de consumo, que en promedio es de 6,7 kilos, y que en el gigante asiático es de 4 kilos per cápita.

Tal es el boom de la carne en China, que los exportadores de Sudamérica ya le están enviando más o menos la mitad de sus envíos al exterior a ese país. De hecho, este año en los primeros 10 meses Chile le mandó el 62% del total de sus exportaciones; Brasil, el 45%; Argentina, más del 50% y Uruguay, el 55%, plantea Rafael Tardáguila, analista de mercado para carnes y subproductos, director de Tardáguila Agromercados. Ejemplifica la dimensión del este mercado, destacando el contrato que la brasileña JBS firmó con el gigante del e-commerce Alibaba por US$ 1.500 millones para la importación en tres años de cerca de 330 mil toneladas de carne vacuna.

«La buena noticia es que los principales importadores de carne vacuna están creciendo muy fuerte y el principal responsable es China, junto con Estados Unidos, Rusia, Corea y la Unión Europea», recalca.

Incluso el mercado pasa de pedir solo carne a ampliar el abanico y mostrando con interés por cortes y forma de engorda de los animales.

Para Anwandter, en tanto, el actual es un buen momento para perfeccionar los tratados que tiene Chile, especialmente en la parte zoosanitaria, y para aprovechar lo que ya existe, como las oportunidades con Canadá, Estados Unidos; Japón, importante en los subproductos de más valor; México, para los subproductos más baratos; y la Unión Europea, donde Chile tiene cero por ciento de arancel y una cuota de más de dos mil toneladas que prácticamente no ocupa, por la poca disponibilidad de ganado.

Normas en cuestión

Hasta 2015 solo era posible exportar carne a China proveniente de animales Pabco -programa de planteles animales bajo control oficial-, condición que era bastante restrictiva. En 2016 se generó una ventana que permitió que al año siguiente entrara en vigor una nueva normativa respecto del uso de anabólicos, cuyo fin fue aumentar el abanico de predios aptos para la exportación. De hecho, de 723 toneladas exportadas en 2015 se pasó a 5.300 en 2017, comenta Juan José Llantén, coordinador regional de trazabilidad animal y Pabco del SAG Los Lagos.

Llantén destaca que actualmente los requisitos para exportar carne a China son tres.

En primer lugar, el productor que quiere exportar sus animales a China tiene que tener trazabilidad del animal desde el nacimiento. Eso significa registrar sus animales con un plazo de un año. El productor debe informarlo directo a la oficina del SAG o a través de su cuenta de Sipec.

Adicionalmente, la exportación a China está restringida a productores libres de anabólicos. En la Región de Los Lagos, 24.900 productores pueden acceder potencialmente a esta consideración y más de 150 mil predios a lo largo de todo el país.

Finalmente, el formulario de movimiento animal para los animales con destino potencial a China tiene que ir acompañado de un certificado de antecedentes prediales, que es una declaración en la que el productor básicamente dice que en su predio no ha tenido casos de ántrax en los últimos años.

Llantén aclara que con el Sinap -el nuevo sistema nacional de producción-, Chile quiere presentar un mecanismo que habilite a todos los productores para participar de la exportación, teniendo como base la trazabilidad, e incluyendo los programas vigentes y que son requisitos nacionales, como el control y erradicación de enfermedades, el de residuos y la inocuidad, entre otros.