El perro Jachi, fue ultimado de 50 perdigones, hecho acontecido en el sector Piruquina, en Castro.

Tribunal castreño acreditó la responsabilidad de un agricultor en el delito de maltrato animal. El sujeto de 70 años de edad fue juzgado bajo la Ley Cholito después de matar a escopetazos a un perro en el sector Piruquina de Castro.

En un juicio oral simplificado, el imputado de iniciales fue condenado por este ilícito en base a los testimonios presentados por el Ministerio Público, como también los informes policiales y periciales (incluyendo peritajes balísticos). Hasta las conclusiones de necropsias realizadas a Jachi, el can ultimado de 50 perdigones, se expusieron ante la jueza Jesica Yáñez.

Desde el 1 de agosto del año pasado, cuando halló sin vida a su mascota en el camino público, Marisol Uribe buscó la forma que el responsable fuese sancionado. Como afirmó, ya era su tercer perro que el encartado eliminaba con arma de fuego. Y ahora no descansaría en busca de justicia.

«Estamos conformes con este veredicto, puesto que se comprueba que esta persona que tenía 16 denuncias anteriores por hechos similares era el autor del delito. Ahora lo llevamos a estrado y fue condenado», acotó la vecina que recogió al animal después que fuese botado cerca de la laguna Pastahué.

La fuente recalcó que luchó por todos estos meses para que las pruebas que se recogieran fuesen contundentes. «Le hicimos dos autopsias a Jachi y reunimos a siete testigos que dieron cuenta del caso. Además, la evidencia presentada descartó que el perro había atacado a las ovejas del agricultor», aseveró.

Sanción

El fiscal Enrique Canales, junto con confirmar que esta es la primera condena post Ley Cholito en el área, destacó que «se acogió nuestro planteamiento en relación a que dar muerte a un animal con un arma de fuego es un maltrato que constituye delito».

En el ente persecutor pidió 300 días de presidio y multa de 10 UTM ($490.330). Pero el peso punitivo de la sentencia que será entregada este lunes no lo es todo para la afectada.

«Queremos que con esta dictamen esta persona se deje de matar perros», expuso Uribe. Incluso, en el juicio el acusado no dudó en señalar que había matado un centenar de canes, aduciendo la protección de sus ovinos.

Esta misma explicación fundamentó la postura de la defensa en busca de la absolución. El abogado Nelson Troncoso señaló que el sustento de esta petición fue «la causal de justificación por estado de necesidad, ya que actuó de esta forma para resguardar a sus ovejas».

Ante el dictamen adverso, el profesional solicitó solo la aplicación de una multa de un tercio de UTM y que no se otorgue el comiso de la escopeta utilizada. Para ello, incluyó el concurso de las atenuantes de irreprochable conducta anterior y colaboración sustancial.

«Subsidiariamente, pedimos una sentencia de 41 días de prisión con el reconocimiento de los aminorantes y una pena sustitutiva de remisión condicional», dijo.

Fuente: Soy Chiloé