Hace miles de años las vacas que dieron origen a las Holstein y mayoría de razas lecheras sufrieron una mutación en la estructura de una importante proteína de la leche. A esta proteína que contiene la mayoría de la leche de vaca que consumimos se le dio el nombre de beta- caseína A1 que los humanos han consumido desde siempre y que al digerirse tendría severas consecuencias en la salud de las personas.

Por ello es que los principales productores de leche del mundo junto a expertos han hecho diversos estudios y modificaciones genéticas que hoy permiten volver a aquella leche más primitiva u original, la que contiene la beta-caseína A2, que ya se comercializa en Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, China y Brasil y aunque en Chile va con algo de rezago ya puede encontrarse en el mercado.

Uno de los productores en Chile, Alberto Matthei, dijo que hoy, a través del uso de la inseminación artificial se puede seleccionar los reproductores que sean nuevamente A2 y con eso, después de cinco años, se puede transformar completamente el rebaño para que produzcan nuevamente leche A2, que es la original que tienen los mamíferos.

«Como empresa productora de lácteos, ya tenemos la mitad de las vacas listas para producir leche A2 y próximamente sacaremos al mercado productos A2. Y ya hay varios lecheros en el sur que están avanzando y nosotros como empresa de genética estamos tratando de fomentar esto en forma intensa», afirmó.

Para dar a conocer esos avances se realizará el próximo lunes 14 en Concepción el primer Seminario Internacional de Leche A 2, el primero en nuestro país y que tiene como finalidad presentar las características y ventajas de la producción de la leche A2 y su impacto en la nutrición humana.

En la actividad el principal orador será el profesor neozelandés Keith Woodford (M AgrSc, PhD), quien sostiene que este proceso genético es irreversible y mientras antes la industrias acepten esto mejor para todos los seres humanos.

Woodford ha estudiado y escrito sobre este fragmento de proteína A1 durante 15 años. «Me di cuenta del problema mientras realizaba investigaciones como profesor de gestión agrícola y agronegocios en la Universidad de Lincoln en Nueva Zelanda. Luego, me involucré cada vez más en la ciencia asociada de salud y nutrición. Y, la opinión pública y científica está cambiando rápidamente a medida que se publican más y más artículos científicos que confirman lo que algunos de nosotros hemos estado diciendo durante los últimos 15 años».

Un factor clave para la aceptación de la leche A2 es que muchas personas encuentran que la leche A1 común les produce indigestión estomacal, pero para su sorpresa, pueden tomar leche A2 sin molestias. Muchas de estas personas siempre han creído que eran intolerantes a la lactosa, cuando realmente era a la beta-caseína A1, explica el experto.

Agrega que una de las cosas que ocurre con el fragmento de proteína opioide A1 es que ralentiza el paso de los alimentos a través del sistema digestivo. Esto a su vez provoca hinchazón e incomodidad, y que se produzca más fermentación de otros productos alimenticios. En contraste, esto no ocurre con la leche A2.

La leche A1 también se reconoce cada vez más como un factor de riesgo para la diabetes tipo 1, que es la forma de la enfermedad que a menudo afecta a los niños.

Este vínculo con la diabetes tipo 1 fue el primero descubierto entre la beta-caseína A1 y la salud humana y fue descubierto por el profesor Bob Elliott en Nueva Zelanda en la década de 1990 y poco después, surgió evidencia de que la leche A1 también es un factor de riesgo de enfermedad cardíaca, debido a la forma en que hace que la placa se adhiera a las arterias.

Asimismo, científicos chinos, rusos y polacos han publicado de manera independiente evidencia que demuestra los efectos neurológicos y el daño de la beta-caseína A1.

En este momento, la leche A2 es la marca de leche más grande de Australia y se vende por casi el doble del precio de la leche A1 normal. También es la marca de fórmula infantil de más rápido crecimiento en China. A Estados Unidos, tardó más en llegar, pero ahora está disponible en más de 12.000 tiendas, asegura Keith Woodford

En América del Sur la mayoría de la gente desconoce el tema. Pero no hay duda, la leche A2 es la leche del futuro. Una vez que los consumidores comprenden los problemas, se comprometen rápidamente con A2 y se niegan a beber A1.

En Nueva Zelanda, la empresa láctea más grande, Fonterra, dueña en Chile de Soprole, argumentó en contra de A2 por más de 15 años. «Durante mucho tiempo pudieron luchar con éxito, pero hace 18 meses, cambiaron su historia y ahora están comercializando leche A2 a precios superiores», sostuvo.

LAS GRANDES COMPAÑÍAS

Muchas de las grandes compañías lácteas del mundo también eligieron descartar la importancia de la leche A2 versus la leche A1 y por tanto Nestlé como Danone ahora comercializan la fórmula infantil A2. Otras grandes empresas tienen proyectos A2 en proceso.

Para los productores lecheros, la leche A2 puede ser una amenaza como una oportunidad. Si los agricultores adoptan el concepto y crían vacas A2, entonces es una oportunidad para obtener precios superiores. Pero si ignoran lo que está sucediendo en el mercado internacional, entonces es una amenaza para sus negocios.

«Mi mensaje para Chile es que es hora de actuar», adelantó el experto y «el primer paso es que los productores de lácteos necesitan usar toros y semen que se prueban que tienen copias dobles del gen A2. Siempre que sea posible, los deben organizar en rebaños separados de animales A2, cerró el profesor Keith Woodford».

El seminario, organizado por la empresa AMatthei & Cía. Ltda. y financiado por la Fundación para la Innovación Agraria, FIA, se realizará en la Universidad del Desarrollo y es gratuito previa inscripción.

Fuente: El Sur