Son varios los alimentos de antaño que están gozando de popularidad, debidos a sus aportes a la nutrición y a la salud de las personas. La leche no está ajena a esto, por ello en países como Nueva Zelanda, Australia, China y Estados Unidos, han impulsado el consumo de la leche de vaca, sobre todo el de la leche A2, lácteo digestible.
Nadie es profeta en su tierra, eso lo sabe bien el doctor Keith Wordford, académico y profesor honorario de la Universidad Lincoln, quien mantuvo una larga pugna con la principal industria de lácteos de Nueva Zelanda, hasta que finalmente la ciencia y diversas pruebas demostraron las ventajas y características de la leche A2. Hoy, quien era su principal opositor Fonterra, produce leche A2.
«Si bien las grandes empresas vieron en un principio una amenaza en su negocio, hoy lo ven como una oportunidad para tener en el mercado una gama de productos lácteos. En relación al consumidor, el consumidor de leche A2 tiene que ver con la salud, y si hablo con los productores lecheros, es un tema que tiene que ver con una oportunidad real de diferenciarse y presentar un producto de característica digestible. En el largo plazo hay un tema de negocios, porque los consumidores van a pedir leche A2».
Fuente: El Llanquihue