Uno de los principales asuntos de debates en el sector lechero, y que despierta inquietud en los productores nacionales, ha sido el de la importación de lácteos de la industria. Sin embargo, el último reporte a octubre de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) registró una baja en el valor de las compras a otros países. Según el informe, entre enero y octubre de este año se adquirieron al exterior productos lácteos por US$ 259,4 millones, un 10,2% menos que en el mismo período de 2018.

Las importaciones fueron lideradas por los quesos con 37.402 toneladas, sumando US$ 147,5 millones, aunque el monto significó una caída de 15% en comparación con enero-octubre del año pasado.

El segundo producto más internado fue la leche en polvo descremada con 11.920 toneladas por US$ 28,2 millones, un 22,9% más en comparación con los mismos diez meses de 2018. Mientras que la leche en polvo entera registró una importante caída de 67,2% hasta US$ 7,9 millones.

Respecto a los mercados de importación, Estados Unidos sigue siendo el origen principal para adquirir lácteos, representando el 25,9% de las compras por un valor de US$ 67,2 millones, seguido por Argentina con US$ 41,1 millones. En tercer lugar quedó Nueva Zelandia —que en los últimos dos años fue desplazada de la primera posición— con embarques al mercado local por US$ 38 millones.

Alza en envíos de queso

En cuanto a las exportaciones, las cifras generales no son positivas. En el período enero-octubre los envíos al exterior de lácteos sumaron US$ 131,1 millones, un 18,8% menos que en los mismos meses de 2018. Sin embargo, un positivo desempeño están mostrando las exportaciones de queso —el segundo producto más exportado—, cuyos embarques en estos diez meses se incrementaron en 25,1% hasta los US$ 31,07 millones.

Los principales mercados a los que se envió este lácteo fueron México (2.952 toneladas) y Rusia (2.541 toneladas).

Fuente: El Mercurio