La actividad agropecuaria en Chile ha tomado un papel protagónico en estos días. Bajo el eslogan el “campo no para” y tras ser declarada como una actividad estratégica de interés público nacional, en este periodo de crisis, se llamó a los agricultores a seguir desarrollando sus labores con el fin de asegurar la producción de alimentos

Los resultados de estos esfuerzos saltan a la vista, ya que se ha logrado abastecer el mercado interno evitando mayores alzas en los precios. Sin embargo, este nuevo escenario dejó en evidencia las principales problemáticas del sector y planteó nuevos desafíos.

Dirigentes gremiales no solo relevan la necesidad de que el Estado priorice e incremente la inversión pública en riego, sino que además piden “enaltecer a la agricultura denominada peyorativamente como tradicional”, responsable en gran medida de mantener la seguridad alimentaria del país en estos difíciles momento.

Eduardo Schwerter, presidente de Fedeleche FG

“Necesitamos una adecuada oferta financiera que considere la realidad del sector lechero”

En tiempos de pandemia, ha quedado de manifiesto la importancia estratégica que representa para un país la producción interna de alimentos. Y en ello, la producción de leche se constituye como un sector esencial para sostener el autoabastecimiento y la soberanía alimentaria.

En este contexto, la contribución del sector lácteo puede ser aún mayor si es que propiciamos una serie de medidas que promuevan su crecimiento y desarrollo.

Por una parte, con una adecuada oferta financiera, que considere la realidad del sector, impulsando nuevos instrumentos crediticios y acompañando a los productos en la apertura de nuevos negocios y nichos de mercados, y a su vez potenciando el consumo de leche nacional y retomando nuestra senda exportadora.

Por otra parte, se hace indispensable, dadas las características propias de este mercado, establecer las condiciones apropiadas para resolver los problemas que aún persisten, y por otra parte, apoyar la asociatividad y la integración vertical de los productores, de modo de proyectar su actividad en un mediano y largo plazo, de una manera competitiva y sostenible ambiental, económica y socialmente.

Marcos Winkler, presidente de Aproleche Osorno

“Se debe innovar y darle el valor que realmente se merece nuestra leche chilena”

Como Asociación Gremial de Productores de Leche de Osorno (Aproleche Osorno), creemos necesario seguir creciendo como país en cuanto a producción de leche, ya que estuvimos estancados alrededor de 10 años y ahora es el momento de prosperar.

Para poder generar este crecimiento es importante tener lineamientos concretos de largo plazo, llámese políticas claras tanto de precio, como de venta en el mercado nacional, búsqueda de mercados internacionales, la generación de nuevos emprendimientos y una vitrina para mostrar nuestros productos premium.

Con esto, innovar y darle el valor que realmente se merece nuestra leche chilena, ya que somos pocos los países capaces de producir, por lo tanto queremos tener un valor real en el mercado. En cuanto a lo

pendiente, estamos aún con problemas de conectividad en los campos, más aún en estos tiempos de cuarentena y distanciamientos, donde más se necesita estar conectados.

También creemos que nos falta una marca sectorial y un sello de origen, los cuales ya los estamos trabajando, con el fin de posicionarnos de manera nacional e internacional. Y a su vez, sentimos que necesitamos más presencia con nuestra leche en los mercados extranjeros, a través de las oficinas comerciales que tenemos como país.

Christian Arntz, presidente de la Sago

“Hay que ver cómo el Estado va a proteger y ayudar a este sector, que puede ser crítico en la supervivencia del país

Hoy es aventurado hablar de desafíos cuando estamos en un escenario de pandemia, ya que lo más probable es que se reconfiguren totalmente los mercados mundiales en cuanto a la demanda de productos agrícolas.

Los desafíos pasados de productividad y abastecimiento de alto valor siguen siendo desafíos permanentes en la agricultura, pero nadie tiene claro que va a pasar con los mercados internos ni internacionales después de que pase la pandemia. De seguro habrá cambios en los hábitos de consumo y también modificaciones en barreras y protocolos comerciales.

En lo inmediato el desafío es seguir produciendo, ya que en alguna medida se puede ver complicado el abastecimiento futuro por parte de las importaciones. Se especula que como país podríamos tener algún tipo de problema para importar alimentos en los que nosotros producimos sólo el cincuenta por ciento de lo que requiere el mercado interno, como es el caso de la carne de vacuno u otros productos agrícolas, es por esto que se vuelve imperioso producir de forma normal los alimentos.

Por lo mismo, hay que ver cómo el Estado va a proteger y ayudar a este sector, que puede ser crítico en la supervivencia del país en el futuro si es que esta pandemia llegase a dañar las cadenas de suministro internacional de alimento, como pudiera llegar a ocurrir.

Roberto Heise, presidente de la Sofo

“Se requiere de una mayor inversión pública en grandes obras de riego”

Para que el agro siga creciendo se requiere de inversión pública relevante, que permita dar un impulso a la economía regional, donde la agricultura es el engranaje principal del motor que mueve toda la economía regional. Sin embargo, de nada sirve hacer inversión pública, si no hay certeza que la inversión privada pueda desarrollar sus proyectos.

La violencia que se vive en los sectores rurales es un freno que aleja las inversiones, las que entendiblemente prefieren buscar regiones, o países, donde los nuevos emprendimientos gocen de seguridad razonable para ser desarrollados.

La Araucanía es una región de vocación agrícola, ganadera y forestal, con buenas condiciones de suelo y clima que le ha permitido desarrollar una actividad enfocada al abastecimiento del mercado nacional. Para dar un salto y desarrollar una actividad agropecuaria moderna enfocada a los mercados externos se requiere de una mayor inversión pública en grandes obras de riego, que permitan almacenar las precipitaciones que caen durante el invierno, y distribuirlas como riego durante los meses de déficit hídrico.

Se estima que más del 80% de las aguas lluvia que precipitan no son utilizadas y fluyen hasta el mar sin aportar a ningún proceso productivo.

La construcción de obras como embalses y canales de distribución permitirá distribuir durante los meses de verano el agua a nuevas zonas, incorporando superficie actualmente de secano a los rubros de riego. El agua después de ser regada, vuelve a sus cauces naturales donde retoma su camino hacia el mar.

Un segundo factor relevante para activar la agricultura regional es la disposición de capital de trabajo en condiciones similares y competitivas con las que otorga la banca local a los agricultores en los países extranjeros que compiten con nuestra producción. La globalización ha modernizado los procesos productivos obligándolos a competir en precio y calidad en los mercados de los diferentes países.

Sólo puede ser exitosa esta competencia cuando las condiciones de producción son similares en los países, en caso contrario se genera una competencia desleal.

José Luis Delgado, director ejecutivo de Aproval

“Uno de los desafíos es que el Estado priorice recursos e incremente la inversión pública en riego”

Uno de los desafíos para la producción lechera es que el Estado priorice recursos e incremente la inversión pública en proyectos de riego para la región de Los Ríos, como también se agilicen y destraben los trámites para la inscripción de los derechos de agua en el caso de pozos profundos.

A nivel de la producción primaria, es importante que los productores pongan el foco y sus esfuerzos en los factores que pueden controlar, particularmente en términos de gestión y producción intrapredial.

A su vez, como cadena láctea debemos potenciar el valor del consumo de la leche a partir de sus propiedades nutricionales y el carácter sustentable de su producción.

Y por último, una mayor consistencia de algunos actores de la industria procesadora entre las señales de mediano y largo plazo de sus estrategias comerciales versus las señales de compra de leche a nivel de producción primaria.

Víctor Valentin, presidente de Saval FG

Se necesitan políticas públicas de largo plazo para estimular el desarrollo sostenible de la actividad agropecuaria

Un tema que está pendiente y que debiera ser prioridad, es el reconocimiento de la importancia de la seguridad alimentaria del país, que asegure el stock permanente de alimentos para la población en cuanto a calidad, inocuidad y sustentabilidad ambiental. Esto sería enaltecer a la agricultura denominada peyorativamente como “tradicional”.

Otro desafío es descentralizar el poder de decisión. El excesivo centralismo en la toma de decisiones hace que se redacten normativas que al final son unos dolores de cabeza y un desafío adicional para el productor poder cumplirlas, ejemplo son la Guía de Despacho Electrónica, que después de mucho insistir finalmente se eximió a los agricultores o la entrada en vigencia los nuevos revalúo agrícolas.

Se necesitan también políticas públicas de largo plazo para estimular el desarrollo sostenible de la actividad agropecuaria, para todos los productores, que cuente con líneas de financiamiento acorde con los ciclos productivos y entendiendo que el agricultor tiene mas variables involucradas en el éxito de su actividad.

Lamentablemente el estado cifra todo su apoyo a través del INDAP, pero el agricultor que no cumple los requisitos para ser cliente del instituto, no tiene ningún apoyo especial.

Fuente: Revista Campo Sureño