Tanto las asociaciones gremiales como los grupos comerciales han visto en el trabajo en equipo una fórmula para alcanzar mejores condiciones en el mercado.

Durante la última década, la asociatividad se presentó como una alternativa cierta para fortalecer el trabajo en equipo de los productores de leche del país. Unidos bajo los gremios regionales como a través de la Federación de Productores de Leche (Fedeleche), una parte importante de los lecheros han implementado este modelo para lograr un mayor desarrollo y sostenibilidad dentro del sector lácteo nacional.

Eduardo Schwerter, presidente de Fedeleche, sostiene que desde las organizaciones gremiales se ha contribuido para que se generen los espacios necesarios que estimulan la asociatividad y se han propuesto distintos perfiles que apuntan a mejorar la rentabilidad de los productores en la comercialización de la leche, en la compra de insumos, transferencia tecnológica e integración vertical del negocio lechero.

“Estamos absolutamente convencidos de la conveniencia y necesidad de la asociatividad, lo que nos ha motivado a realizar todas estas gestiones y seguiremos en ello. Los productores a su vez respondieron a este llamado a romper el individualismo y asociarse bajo nuevas estructuras asociativas, considerando que existen distintos contextos y situaciones a lo largo del país lechero, se identificaron ventajas y desventajas de sus respectivos modelos de negocios”, recuerda el presidente de Fedeleche.

En este sentido, enfatiza el rol articulador que ha jugado la acción gremial para promover e impulsar este esfuerzo mancomunado entre los productores de leche, poniendo a su disposición diversas actividades de fomento y capacitación entre las que se destacan talleres, focus group, seminarios y congresos de alto nivel como fue el último Chilelácteo en Osorno.

Finalmente, el presidente de Fedeleche destaca que “nuevos casos de emprendimientos asociativos han dinamizado al sector lechero nacional, algunos de los cuales incluso han ido más allá, incursionando y avanzando en la integración vertical en el procesamiento y distribución de productos lácteos”, apunta Schwerter.

Jorge Garrido, gerente de Oro Blanco: “Para nosotros la asociatividad ha sido relevante más allá del pilar económico”

Precios deprimidos debido a la contingencia nacional, mucho stock de leche en polvo y queso, y la caída en la producción a raíz de dos grandes sequías motivaron la creación en 2016 de Oro Blanco, sociedad comercial que reúne a 12 socios de la Provincia de Osorno, en la región de Los Lagos.

“En ese entonces el precio que se nos estaba pagando no era más de 160 a 170 pesos. Así fue como un grupo de productores más menos cercanos empezaron a preguntarse qué es lo que podían hacer para mejorar sus condiciones en el mercado”, sostiene su gerente, Jorge Garrido.

La respuesta llegó desde Fedeleche junto a Aproleche Osorno, organizaciones gremiales que estaban impulsando un proyecto de asociatividad. Todo el año 2015 este grupo de productores estuvo trabajando en reuniones de confianza, intercambiando sus experiencias y conociendo sus sistemas productivos.

CAMINANDO EN ASOCIATIVIDAD

En esta búsqueda de instrumentos que les permitiera materializar su idea asociativa fue que llegaron a Corfo y dieron vida al Profo Oro Blanco.

“Para nosotros la asociatividad ha sido relevante, porque los productores más allá de estar motivados por el pilar económico, también pueden conversar con sus iguales sobre sus mismos problemas. Ya sea, en su momento, por la falta de agua o porque los precios de los insumos siguen subiendo generando una confianza más familiar”, dice Garrido.

Actualmente esta sociedad comercial tiene un producción de 8 millones de litros de leche y tienen puestas sus fichas en la elaboración de productos lácteos bajo la marca DeVaka.

“Estamos haciendo queso y mantequilla. Este 2019 ya salimos al mercado y estamos despachando a comerciantes en Valdivia, Santiago, Osorno, Puerto Montt. Nuestra idea es llegar a utilizar el 10% de nuestra producción de leche en la elaboración de los productos”, recalca Garrido.

En este periodo de pandemia están trabajando de lleno a través de las redes sociales y tomando contacto con sus potenciales clientes. “Tenemos nuestro fanpage Oro Blanco del Sur y DeVaka y nuestra página web que es www.oroblancodelsur.cl., la que nos ha permitido potenciarnos a nivel nacional”, concluye.

Luis Alberto Alarcón, gerente general de Futurolac: “Nuestra intención fue siempre maximizar ingresos a partir de la asociatividad”

Futurolac dio sus primeros pasos en el camino de la asociatividad hace más de una década. Partió con un pequeño grupo de productores de Los Muermos y hoy supera los 200 socios. En su inicio agrupaba cerca de 9 millones de litros de leche, ahora supera los 80 millones de litros y reúne más de 20.000 vacas. Y, por si fuera poco, a sus logros sumó la compra de una planta industrial cumpliendo así el anhelado sueño de la integración vertical.

El objetivo de esta sociedad comercial siempre fue ser un facilitador para bajar los costos de producción y hacer economía de escala con la compra asociativa de insumos y además gestionar la comercialización de la leche fresca de sus asociados para acceder a mejores precios por su volumen. Así lo reconoce su gerente general, Luis Alberto Alarcón. “Nuestra intención fue maximizar ingresos a partir de la asociatividad. Por un lado, vender la leche a un mayor valor y así mejorar el ingreso mensual del productor y, por otro lado, comprar insumos de forma asociada y disminuir los costos de producción; por consiguiente, el delta que permite esa gestión mejora la rentabilidad de la explotación y permite su viabilización en el tiempo”, explica Alarcón.

UN NUEVO HITO

Mirando en retrospectiva y haciendo un recuento del camino avanzado las conclusiones son positivas, más aun cuando recientemente se dio el vamos a una nueva cooperativa agrícola. “Futurolac se transformó en el semillero para conformar a principios de este año la Cooperativa Agrícola y de Servicios, FuturoCoop Limitada, que era algo que nosotros teníamos muy presente hace bastante tiempo, pero que habíamos postergado con el propósito de hacer coincidir su constitución con la articulación comercial de una planta industrial propia”, dijo el gerente general de Futurolac.

De esta manera, con FuturoCoop y la nueva planta industrial, la empresa escribe en su historia un nuevo hito. “Avanzaremos en agregar valor del punto de vista de la transformación de la leche. Los productos lácteos que tenemos visualizados para elaborar son quesos, mantequilla y leche en botella. Por ahora, estamos mejorando la capacidad productiva de la planta industrial para ojalá salir al mercado en el mes de julio”, adelanta.

La experiencia de esta sociedad demuestra que la asociatividad es clave en la lechería. “Yo vengo de una zona (Los Ángeles, en la región del Biobío) con una cuenca lechera que tenía un 10% de participación en la producción nacional, pero donde los productores estaban muy atomizados. Han pasado ya 20 años y ahora sólo llega al 5% y concentrada en muy pocos productores. En resumen, para sostenerse en este rubro o se tiene una explotación de un tamaño tal que permita diluir los costos fijos en proporciones que les permita ser más competitivos o caso contrario el productor se debe asociar”, concluye.

  • Jaime Olivares, presidente de Uprolac: “Hoy estamos a un paso de lograr una verdadera unión a nivel regional”

Uprolac, sociedad comercial que actualmente reúne a alrededor de 30 productores lecheros de la región de Los Lagos, nació en 2013 para competir y obtener mejores condiciones en el mercado. Así lo explica su presidente, Jaime Olivares, quien cuenta con una larga trayectoria en el rubro y conoce muy de cerca la importancia de la asociatividad en la lechería, concepto que lleva años en boca de los productores, pero que ha costado materializar.

“Ha sido difícil generar la confianza entre los productores. Hoy día estamos a un paso de lograr una verdadera unión a nivel regional. Puedo decir que gran parte de los productores de la décima región están asociados de alguna manera y eso, hace 15 años atrás, era impensado. Se creía que sólo era posible para algunos”, dice.

La posibilidad de negociar directamente con la industria y el mayor acceso a la información es uno de los tantos beneficios de trabajar en grupo. “Partimos con una cierta cantidad de productores quienes teníamos varias cosas en común. Con los años fuimos creciendo y evolucionando como sociedad incorporando a más productores y actores en las negociaciones mejorando así nuestras condiciones”, explica.

En la actualidad Uprolac produce entre 46 y 50 millones de litros de leche al año dependiendo del clima. La buena calidad de la leche y su capacidad de producir en invierno le permite ser más estable y alcanzar mejores condiciones.”Nuestro principal objetivo es lograr un producto de la mejor calidad para nuestros clientes y así generar movimiento dentro del mercado. Cuando uno no está cómodo con el precio se tiene la obligación de ofrecer una mejor alternativa a los clientes para que nos paguen más”, dice.

Olivares sostiene que el principal foco del trabajo de Uprolac está en producir y obtener la mejor leche del mercado, con las características de sólidos y composicionales (porcentaje de proteína y grasa) que el cliente busca. “Eso creo que nos ha diferenciado. Hemos podido desarrollarnos y potenciarnos a través de la transferencia tecnológica entre nosotros mismos, lo que es un gran aporte del sector”, concluye.

  • Rolando Klocker, asociado de Mercantil Purranque: “Desde siempre nuestro principal fin ha sido comercializar nuestra leche en conjunto”

Mercantil Purranque es otra de los grupos comerciales que marca presencia en el sector lechero de la zona sur. Hace ya 20 años que vieron en la asociación una ruta para negociar en conjunto y lograr mejores condiciones y mayor acceso a la información.

En la actualidad trabaja con alrededor de 20 socios proveedores distribuidos entre la Provincia de Llanquihue y Osorno. Su actual producción sobrepasa los 40 millones de litros de leche y aspira llegar a los 50 millones de litros.

“Desde siempre nuestro principal fin ha sido comercializar nuestra leche en conjunto. Hace 20 años comenzamos a trabajar asociados, pero hemos empezado a crecer fuertemente hace unos cinco años”, sostiene Rolando Klocker, uno de sus miembros.

“Poder negociar nuestra leche en conjunto significa tener una persona especializada que conoce el tema, conoce de contratos, de los precios, de los bonos. Además en grupo sumamos volumen de tal forma que los más pequeños también pueden usufructuar de este pago lo que no es menor”, explica.

En resumen, dice Klocker, la competencia en el rubro es bastante dura, la asociatividad les ha permitido estar informados y conscientes de lo que ocurre en el mercado. “Hoy estamos vendiendo leche, antes solo la entregábamos a una planta y nos pagaban lo que se les daba la gana. Ahora tenemos la posibilidad de negociar”.

DESAFÍOS

La estabilidad de los precios surge como un gran desafío para este productor. “Queremos que los precios no sean tan volátiles y que nos permitan proyectar nuestras inversiones ojalá un año completo. Antes estábamos trabajando mes a mes, ahora trimestre a trimestre, pero queremos seguir aumentando el margen y llegar a negociar un año completo para así poder evitar los grandes vaivenes que son en gran medida los responsables de las quiebras en este negocio”, finaliza.

Fuente: Especial Mes de la Leche Campo Sureño