AGRO. Este año los valores de los insumos agrícolas mostraron alzas históricas producto de la inflación. A ello se suma que el precio que paga la industria por litro de la materia prima no compensa el gasto que genera el manejo de una lechería.
Un año bastante complejo es el que han tenido los lecheros este 2022, ya que pese a que los precios de esta materia prima se han mostrado en valores bastante altos en comparación a periodos anteriores, esto se debe a la inflación; además, se contrarrestan con los costos de producción que presentaron un incremento histórico, por lo que el balance de este año para este sector es preocupante.
Por ello muchos productores se encuentran actualmente fertilizando con menor intensidad debido al alto valor de estos productos, lo que traería como consecuencia una menor producción lechera, en circunstancias que cada vez es más alta la demanda de las plantas procesadoras por esta materia prima.
Cabe señalar que el incremento que han presentado en general los fertilizantes es de alrededor de 200%, a lo que además se deben sumar las alzas en otros ítems, como combustible, electricidad, concentrados, lo que hace difícil solventar una fertilización correcta para la primavera, lo que también podría darse en otoño.
PRECIO Y FERTILIZACIÓN
El productor lechero del sector de puerto Chalupa en la comuna de Puyehue y además presidente de la Cooperativa Torrencial Lechero, Javier González, explicó que normalmente entre los meses de septiembre y octubre se logra la mayor producción de leche, lo que se extiende hasta el 20 de noviembre.
«Al producir más las vacas, hay una disminución de los sólidos, que son la grasa y la proteína; y en base a eso, los resultados de los análisis son más bajos en estos elementos, por ello naturalmente baja el precio. Pasado el 20 de noviembre la grasa comienza a subir nuevamente y la proteína baja un poco, porque la pradera contiene menos proteína, pero empiezan a mejorar los precios al haber menos leche», comentó González.
El agricultor agregó que si bien es cierto las plantas procesadoras a mediados de noviembre subieron alrededor de 20 pesos -en el caso de Soprole-, los costos de producción se mantienen muy altos, por lo que no alcanzan a cubrir todos los gastos que implica una lechería.
No obstante este incremento en el precio pagado a productor se genera justo cuando la producción de esta materia prima comienza a bajar, por lo que el retorno para los agricultores no es el mejor, ya que obviamente se venden menos litros.
«Nunca había visto que la leche suba en noviembre. Siempre cuando ha habido un alza la subían en enero, cuando ya casi no hay leche, por lo que esto es producto de la coyuntura que estamos viviendo, muchos de los costos no dan. Acá en el campo estamos tratando de gastar lo menos posible; por ejemplo, esta vez fertilizamos con una sola aplicación en las praderas, cuando normalmente eran tres. Todo eso traerá una consecuencia, que es que vamos a llegar a producir menos leche, porque la pradera nos va a pasar la cuenta en algún minuto», advirtió Javier González.
El productor añadió que por esta situación la industria debería conversar con los productores, para que reconozcan los altos costos y reajusten sus precios a la realidad, para así asegurar la entrega de materia prima acorde a su creciente demanda.
BAJO RETORNO
Por otra parte, el productor del sector de Popoén, de la comuna de Río Negro, Gerardo Geisse, apuntó que es un problema bastante serio, ya que los ingresos no se comparan con los costos que tiene la lechería, ya que por ejemplo también el forraje que está comprando para el verano muestra un alto precio.
«El bolo de pasto está muy caro y según lo que he leído, es muy poco probable que baje en el otoño. Está muy difícil el panorama, por lo que creo a todas luces que la subida de precios de la leche no está alcanzando para tanto costo elevado», reconoció.
En cuanto a la fertilización de la pradera en esta primavera, comentó que aún está pagando esta obligación.
«La fertilización la hice entre septiembre y octubre. La tuve que pagar a crédito y aún lo sigo haciendo. Luego vendrá la fertilización otoñal, que en mi caso es bien importante, porque el forraje comprado está carísimo», detalló.
Eso sí, coincide en que la fertilización no tendrá la misma intensidad que de costumbre, ya que probablemente podrá hacer solo una pasada con el producto debido a los actuales precios.
«Ojalá pueda ser un poco más, porque en este momento está la duda si comprar el forraje o fertilizar para producir uno mismo. Habría que analizar qué sale más a cuenta. Yo creo que muchos agricultores estamos con una deuda más o menos alta y ese grado de endeudamiento nos está dejando poco en nuestras cajas todos los meses», manifestó Geisse.
MAYOR EFICIENCIA
Frente a esta situación, el director de la carrera de Agronomía de la Universidad de Los Lagos, Mauricio Molina, explicó que desde el punto de vista técnico, el no fertilizar una pradera impedirá que los productores alcancen los rendimientos esperados de ella.
«Los suelos de nuestra región tienen nutrientes que frecuentemente se encuentran por debajo de los niveles necesarios, los cuales son adicionados o aportados mediante la fertilización, en dosis adecuadas. A su vez la pradera va extrayendo nutrientes desde el suelo, por lo cual la no aplicación de fertilizantes o hacerlo en cantidades menores a lo necesario irá generando pérdida de fertilidad del suelo, la cual cuesta recuperar y toma su tiempo. Por otro lado, la menor productividad va asociada a menor carga animal o producción de leche», indicó.
El académico añadió que los productores deben comenzar a mirar fertilizantes alternativos, desde donde aportar nutrientes .
«Muchas de estas fuentes están en línea con la economía circular y la reutilización de residuos. El uso de purines se debería intensificar y el uso de lodos de distinto tipo como otro ejemplo. También el uso de fertilizantes de menor costo y que aportan varios nutrientes a la vez, como la roca fosfórica, se podría intensificar en suelos de PH más ácido y pensando en correcciones de fósforo y aportes de otros elementos en el largo plazo», concluyó.
CLAVES
«Creo que muchos agricultores estamos con una deuda más o menos alta y ese grado de endeudamiento nos está dejando poco en nuestras cajas todos los meses», Gerardo Geisse, Productor lechero de Popoén.
- 50% de incremento muestran los precios del forraje que actualmente está a la venta en la provincia, lo que complica a los productores en el caso de tener praderas poco abundantes.
- 4 veces en promedio es lo que han subido los precios de los fertilizantes, de acuerdo a los informes del Ministerio de Agricultura, lo que ha generado altos costos en la producción agrícola.
- $382 en promedio fue el precio pagado a productor en octubre por las plantas procesadoras en la Región de Los Lagos, según Odepa. A mediados de noviembre subió alrededor de $20.
Fuente: El Diario Austral de Osorno (a través de Fedeleche)