En un seminario regional, los productores ganaderos de América fijaron posición frente a quienes censuran la producción vacuna por la emisión de gases de efecto invernadero.

Entre las limitantes que, como productor y exportador de alimentos, tenga en un futuro la Argentina, puede que el árbol tape al bosque. Siendo “el árbol” las vicisitudes de la política doméstica que complican la actividad en lo cotidiano, “el bosque” es lo que habrá que penetrar inexorablemente para cumplir con las exigencias de los consumidores respecto de la aptitud ambiental de los alimentos y commodities que el país exporta.

Cumplirlas será mucho más complicado para la proteína animal (carne y leche, básicamente), sabiendo que en el mundo las vacas están señaladas por la emisión de metano y dióxido de carbono, gases de efecto invernadero (GEI) que sí producen, pero que con buenas prácticas y una correcta alimentación de los rodeos pueden minimizarse.

Cómo encarar la adaptación a estas exigencias y especialmente, cómo pararse ante un mundo que estigmatiza la producción ganadera, vital para las economías de los países de América, fueron los temas que se trataron en el Seminario Regional de Producción Ganadera Sostenible en las Américas, realizado esta semana en Buenos Aires, en la sede de la Sociedad Rural Argentina (SRA), en Palermo.

Organizado por la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM) -de la que la SRA ocupa actualmente su presidencia pro témpore-, la Federación Panamericana de Lechería (FEPALE), el Consejo de Exportadores Lácteos de Estados Unidos (USDEC), y la Federación de Productores de Leche de Estados Unidos (NMPF), el seminario reunió a profesionales y referentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Uruguay, y Estados Unidos.

A su término, se presentó un documento de 11 puntos que fija la posición continental frente al señalamiento de la contaminación de la producción animal, destacando la importancia de esa proteína, desde el punto de vista nutricional para la humanidad, sumado a la relevancia productiva y económica para los países americanos, así como el compromiso de trabajar en los objetivos de una producción bovina ambientalmente sostenible, en vinculación público-privada.

El documento será la posición oficial que los productores ganaderos de América presentarán este año en las cumbres de Sistemas Alimentarios y de Cambio Climático (COP 28), ambas de las Naciones Unidas, a realizarse en 2023, respectivamente, en Roma (julio) y Dubai (diciembre).

Rumiantes y pastizales

El Ing. Agr. Fabio Montossi, director del Programa Nacional Carne y Lana del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) del Uruguay, destacó el rol de la ciencia y la tecnología para unir las preferencias de los consumidores y la producción ganadera sostenible, tanto para las políticas públicas como en las estrategias del sector privado.

“No sólo por el impacto que representa lo tecnológico, sino también desde el punto de vista del consumidor”, para quien los científicos y sus dictámenes están bien valorados. “En un mundo como el que estamos viviendo, nuestro rol implica generar información para que los debates o las deliberaciones sean más objetivos”, señaló.

Montossi, destacó el compromiso agroecológico de la ganadería en el mundo actual respecto del uso de los pastizales y su aprovechamiento. “Si no estuvieran los rumiantes perderíamos una fuente de altísima riqueza biológica y de alimentación para la humanidad. Si eso sucediera, agregó que “sería un desastre ecológico porque no hay una alternativa B para 2.500 millones de hectáreas”, que en el mundo ocupan los pastizales. Tenemos 500 millones de productores y servicios ligados a esa producción ganadera rumiante que, de eliminarlos, no habría solución para todos ellos”.

El científico uruguayo dijo que existen tecnologías “para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero y revalorizar, particularmente, la densidad de nutrientes que vienen con las proteínas de origen animal en una dieta balanceada y saludable”.

“Normalmente se habla de reemplazar la carne vacuna, por leche de soja, de avena o almendra, pero si se comparan las emisiones, se comete el error de hacerlo por kilo de producto. Las comparaciones de emisiones de dióxido de carbono entre alimentos deben basarse en su densidad de nutrientes”, recalcó.

Además de darle a los animales una dieta balanceada y saludable, Montossi recalcó que hay que mejorar la eficiencia de conversión para reducir la huella de carbono y que la producción animal juega un rol importante en los sistemas agraoalimentarios.

El especialista consideró que “los debates sobre las propiedades nutricionales de la carne vacuna están contaminados ideológicamente”, y recordó que “ya no se exporta carne, sino un concepto de producto con trazabilidad, marca y certificación de bienestar animal y de baja huella de carbono”.

Metano, subproducto a reducir

Juan Tricarico, científico argentino radicado en los EE.UU., quien trabaja para la NMPF, que agrupa a los productores lecheros de ese país, abordó las estrategias para reducir las emisiones de metano en grandes rumiantes. Recalcó que esas emisiones son un subproducto de la producción vacuna, cuya reducción depende de una mejor nutrición animal.

Juan Tricarico de la NMPF (productores lecheros) de EE.UU., señaló que las emisiones de metano son un subproducto de la producción vacuna, cuya reducción depende de una mejor nutrición animal.

Dijo que las dietas deben basarse en “reducir la madurez (antigüedad) de las pasturas”, elevar la cantidad de grasas y de energía, la inclusión de productos basados en algas y, además, la “selección de animales que produzcan menos metano entérico”. Y agregó que se necesitan mediciones del consumo individual de los vacunos.

También explicó que se están estudiando métodos para reducir las emisiones de este gas, pero falta información. Mencionó que en EE.UU. hay un proyecto público-privado (“Greener Cattle Initiative”) que apoya la investigación al respecto. Y concluyó destacando que “hay que alinear los incentivos económicos (de la producción vacuna) para la sustentabilidad sea parte del negocio de los ganaderos”.

Más de la mitad

Por su parte, Jaime Castañeda, de la NMPF, abordó las dificultades de los productores estadounidenses y latinoamericanos para satisfacer las demandas de los consumidores”. Focalizó su exposición en la “debilidad de la relación de los gobiernos con las secretarías y ministerios de Agricultura”, en comparación con los de Salud en “donde hay esfuerzos de los activistas en contra del consumo de carne o queso. Podemos cambiarlo nosotros”, propuso.

Jaime Castaneda, de la NMPF (productores lecheros) de EE.UU., señaló la “debilidad de la relación de los gobiernos con las secretarías y ministerios de Agricultura”.

En este sentido, Manuel Otero, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), dijo que allí se trabaja para “desarrollar cada vez más alianzas con lo privado. El futuro son las conciliaciones público-privadas”, aseguró.

Agregó que “la ganadería implica la mitad del producto bruto agropecuario en nuestra región”, con la generación de más de 25.000 millones de dólares por exportaciones a distintos con mercados.

También recordó que “la proteína animal es la que ofrece mayores aminoácidos y micronutrientes, respecto de la proteína vegetal”. También instó “a unir producción con medio ambiente, producir más con menos insumos y repensar las recetas actuales. Y agregó que “la bioeconomía es fundamental. Contamos con la biomasa para aprovechar dentro de las nuevas cadenas de valor”; y alertó a “no desatender temas de sanidad e inocuidad, claves en el comercio internacional”.

Manuel Otero, del IICA, recordó que “la ganadería implica la mitad del producto bruto agropecuario en nuestra región”.

Relato correcto

Nick Gardner, del USDEC (exportadores de leche de EE.UU.), destacó que para 2050 buscan lograr la neutralidad en gases efecto invernadero, trabajando actualmente en el uso del agua y en el tratamiento de los desechos en los establecimientos. También señaló que “tenemos que trabajar en conjunto hacia el futuro. Hay muchas instituciones que han identificado al sector como causante de gases de efecto invernadero y tenemos que revertir esta narrativa, somos parte de la solución y tenemos que trabajar juntos en eso”.

Y agregó: “Todos tenemos que estar preparados para la COP 28 para que tenga un impacto en los productores y en los mercados. Tenemos que trabajar juntos para asegurarnos que se presenten las narrativas correctas. Esto es un desafío. Si no estamos presentes en esos espacios, estamos en problemas. Es nuestra oportunidad de convencer a nuestros gobiernos de que la ganadería es parte de la solución”, aseguró.

Comunicar la sustentabilidad

Por su parte, Eduardo Schwerter de la FEPALE y ex presidente de la federación de lechería de Chile, destacó “el aporte al desarrollo económico y al cuidado del medio ambiente de las cadenas lácteas, además del rol de la ganadería en nuestro sistema productivo, ya que las vacas son una máquina de transformar alimentos de alto valor biológico”.

Agregó que “la ganadería es un sector sustentable, pero debemos saber comunicarlo. Estamos comprometidos con la producción de alimentos de forma responsable con el medio ambiente. Los lecheros somos los primeros cuidadores del reservorio del medio ambiente. Trabajamos con animales durante toda la vida y sabemos lo que sucede si no lo hacemos bien. Avanzar en prácticas sostenibles es responsabilidad de toda la sociedad”, sostuvo.

Medir la eficiencia

Andrés Costamagna, agrónomo, especialista en mejoramiento genético y nutrición animal bovina, y referente de la SRA, dijo que “nuestro propósito es transformarnos para transformar” y habló de la necesidad de “ponernos el traje y reconocernos sostenibles” y “saber cómo dialogar y analizar el tema desde lo geopolítico, para dar respuestas. Tenemos menos vacas en el planeta y resulta que el problema de la contaminación no es el ‘fracking’, sino las vacas”, ironizó.

Andrés Costamagna de la SRA aseguró que el agro es “el único sector de la economía argentina que disminuyó la emisión de gases de efecto invernadero”.

Aseguró que “somos el único sector de la economía argentina (el agro) que disminuyó la emisión de gases de efecto invernadero”. Dijo que la SRA decidió trabajar con las entidades técnicas, las cadenas productivas (soja, trigo y maíz) y las bolsas, para contarle al mundo en lo que se está trabajando”.

“La idea de la SRA es medir de manera científica y con datos creíbles; debe ser importante la verificación que se haga”, precisó. Reducir el metano con diferentes tecnologías, mejorar las dietas y la genética, son algunos de los aspectos que abordará la institución. “En el caso de la ganadería, el sistema extensivo es mucho más difícil de medir. Hay mucho pasto, mucho desmanejo, quizás por un conocimiento relativo de cómo hacer las cosas”, señaló Costamagna sobre la urgencia para que los establecimientos agropecuarios puedan aplicar una métrica específica, quien destacó que es necesario “medir el estado de eficiencia del productor”, indicó.

Posición continental

Al finalizar el Seminario se presentó y firmó el documento con Principios y Declaraciones del sector ganadero americano, que contiene los lineamientos y la posición de la región respecto de la evolución de la ganadería, del comercio de productos pecuarios, y de su contribución a los sistemas alimentarios sostenibles y a la seguridad alimentaria.

El escrito está firmado por la FARM, la FEPALE, el Consejo de Exportadores Lácteos de Estados Unidos (USDEC), y la Federación de Productores de Leche de Estados Unidos (NMPF)-, entidades que proponen fortalecer la imagen del sector ganadero como parte de la solución al calentamiento global y a la reducción de los GEI.

El actual presidente de la FARM y titular de la SRA, Nicolás Pino, recalcó que “tenemos un desafío enorme que nos plantea el mundo” y que “sabemos de la capacidad de los productores agropecuarios, que es amplia y somos buenos en lo que hacemos”. Y agregó: “Estamos trabajando en demostrar en base a evidencia científica, que somos parte de la solución. La ganadería es arraigo social, desarrollo económico y ecosistémico”, al tiempo que invitó “a todos los productores de este lado del mundo a que mostremos lo bien que venimos haciendo las cosas”.

Nicolás Pino, de la FARM y la SRA, destacó que ““tenemos un desafío enorme que nos plantea el mundo”.

Por su parte, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, dijo que “esta región es reconocida por la calidad de sus alimentos, con una ganadería sostenible en términos ambientales, por la que debemos trabajar en conjunto y validarla con datos científicos”.

Agregó que “los obstáculos internacionales esconden intereses comerciales” y que “la mejor manera de enfrentarlos es salir de estas discusiones con trabajo científico”, y el trabajo conjunto público-privado, ya que “las políticas que se generan desde las bases, con consensos previos, son las que luego se sostienen en el tiempo y se transforman en políticas de estado”.

Fuente Nota y Foto: Clarín.com

https://www.clarin.com/rural/ganaderos-america-quieren-mostrarle-mundo-forma-produccion_0_A2WPeFtplv.html