Los cuidados con el consumo de las grasas saturadas como las que contiene la leche se deben a que tienden a elevar el nivel de colesterol en sangre, uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardíaca.

Si bien la leche es una fuente de proteínas y calcio, los expertos en nutrición y salud del corazón han recomendado limitar su consumo a una o dos porciones al día y por su contenido en grasas saturadas sugieren elegir las opciones bajas en grasa. Sin embargo, el consumo de leche podría no ser tan negativo para la salud del corazón.

En un estudio recientemente publicado en el International Journal of Obesity se descubrió que una mayor ingesta de leche estaba asociado con una mayor grasa corporal, pero niveles más bajos de colesterol sérico y un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.

De acuerdo a los investigadores, “estos datos sugieren que no es necesario limitar la ingesta de leche con respecto al riesgo de enfermedad cardiovascular, y los beneficios sugeridos requieren confirmación en estudios adicionales”.

“Esto podría explicarse por el calcio de la leche, que ayuda a aumentar la actividad de la lipasa. Las lipasas son las enzimas que descomponen las grasas dentro de nuestro cuerpo y pueden ayudar a reducir las enfermedades cardiovasculares al reducir los niveles de colesterol”, dijo a Healio Elina Hypponen, directora del Centro Australiano para la Salud de Precisión en la Universidad de Australia del Sur y una de las investigadoras participantes en el estudio.}

El estudio en cuestión estuvo basado en un metanálisis de tres grandes estudios de población existentes con hasta 417,236 participantes.

“Nuestros estudios sugieren que la leche puede ser parte de una dieta saludable para el corazón, pero se necesitarían estudios de intervención a gran escala antes de que se pudieran recomendar cambios en el consumo de lácteos para la prevención de las enfermedades cardiovasculares”, dijo Hypponen.

En el estudio participaron investigadores de la Universidad de Reading, la Universidad de Australia del Sur en Adelaide, el Instituto de Investigación Médica y de Salud de Australia del Sur, el University College London en el Reino Unido y la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda.

Los cuidados con el consumo de las grasas saturadas como las que contiene la leche se deben a que tienden a elevar el nivel de colesterol en sangre, uno de los principales factores de riesgo de enfermedad cardíaca.

Las Asociación Estadounidense del Corazón (AHA) recomienda a los adultos elegir de dos a tres porciones de productos lácteos descremados o bajos en grasa. Indica que los niños deben tener dos o más porciones, mientras que los adolescentes y los adultos mayores deben tener cuatro.

Entre las opciones de leche que sugiere la AHA se encuentran: leche sin grasa, ½ – 1% de leche baja en grasa o ligera; leche en polvo descremada o baja en grasa; así como leche evaporada descremada.

Respecto al valor nutritivo, la AHA afirma que la leche con menos grasa no es menos nutritiva. “La leche sin grasa, con ½% de grasa y 1% de grasa, todas proporcionan un poco más de nutrientes que la leche entera y la leche con 2% de grasa. Pero son mucho más bajos en grasas, grasas saturadas, colesterol y calorías”.

Fuente: https://laopinion.com/ a través de www.diariolechero.cl