Expresamos nuestro profundo dolor, por la muerte del Sargento 1º Carlos Cisterna Navarro (QEPD), del Cabo 1º Sergio Arévalo Lobos (QEPD) y del Cabo 1º Misael Vidal Cid (QEPD), quienes fueron cobardemente asesinados mientras realizaban patrullajes preventivos en un sector rural de la comuna de Cañete, donde fueron emboscados por terroristas. Manifestamos nuestro repudio por este crimen, que se produce justo en el día del aniversario de la Institución, jornada en la que la ciudadanía iba a manifestar nuevamente el respeto y el cariño que siente por sus Carabineros, sentimientos que hoy se traducen en rabia e indignación en todos los rincones del país por esta vil acción que termina con la vida de tres funcionarios que cayeron en acto de servicio.

Solidarizamos con las familias de las víctimas, a quienes enviamos nuestras condolencias, así como con la familia de Carabineros de Chile, institución compuesta por hombres y mujeres valientes y de una inquebrantable voluntad, que, desde hace 97 años, cumple con una labor fundamental en el resguardo de la paz y la seguridad en nuestra Patria.

Claramente, se necesita una acción distinta por parte del Estado, el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial deben hacer todos los esfuerzos, con decisión y valentía, para controlar y erradicar el flagelo del terrorismo en nuestro país. No basta con querellas contra quienes resulten responsables, y procesos judiciales que se eternizan, que quedan sin responsables, y que, cuando los encuentran, se priorizan solo los derechos humanos de los victimarios, sin pensar en las víctimas y en los policías que a diario arriesgan sus vidas por cuidarnos. Aquí se necesita mano firme, un plan de inteligencia, y que el Estado empodere y dote de las herramientas técnicas y las atribuciones necesarias para el actuar de nuestras policías que permitan terminar con el flagelo de la violencia y el terrorismo, evitando que estos hechos se produzcan en cualquier parte del país con total e indignante impunidad.