Por Rodrigo Mardones
Agrollanquihue
Hace algunas semanas se lanzó la primera política hídrica de nuestra región. Liderada por el Gobernador Regional contó con el apoyo de un equipo profesional comprometido además de una activa participación del Consejo Regional, empresarios, académicos y funcionarios públicos.
El trabajo comienza recopilando una cantidad relevante de información necesaria para poder establecer el estado del arte sobre el uso del recurso hídrico, cuantificando su disponibilidad y su potencial demanda. Y la verdad es que los datos son impresionantes. Con un promedio de precipitaciones regional de alrededor de 2.500 mm/año, la oferta de agua es de cerca de 120 mil millones de metros cúbicos anuales, lo que equivale a poco más del volumen del Lago Llanquihue cada año! Por su parte, la demanda regional anual estimada es de alrededor de 300 millones de metros cúbicos, lo que representa sólo un 0.25% de la oferta y se utiliza para requerimientos sanitarios, industriales y agrícolas.
Con estos antecedentes no deberíamos enfrentar problemas de abastecimiento alguno, llamando la atención la permanente dependencia de camiones aljibes en algunas zonas donde las precipitaciones son altas. No obstante, el trabajo realizado va relevando la necesidad de construir de un sólido modelo de gestión del recurso, donde la coordinación y entendimiento de todas las partes es primordial.
Así, después de decenas de reuniones de trabajo con más de un millar de ciudadanos consultados, se establece un gran concepto que es la seguridad hídrica y cuatro lineamientos estratégicos: seguridad hídrica para las personas, seguridad hídrica para las actividades productivas, seguridad hídrica para los ecosistemas y seguridad hídrica para la prevención de eventos extremos.
De esta forma la Política Regional Hídrica busca satisfacer los requerimientos de cada demandante enmarcados dentro de estos lineamientos y desarrollar la planificación necesaria para cumplir con los objetivos determinados.
Desde Agrollanquihue compartimos los resultados de este trabajo porque genera una visión desde un fundamento, que es que nuestra región tiene agua suficiente en cantidad y calidad, donde la mayor parte cumple una función ecosistémica, con el potencial de dar también respuesta a la necesidad social y económica con el consecuente impacto para el desarrollo equitativo y equilibrado de nuestra región. Nuestra satisfacción recae también en la buena recepción de la autoridad regional para acoger nuestras propuestas, provenientes de nuestras propias bases.