Hace algunos días el Ministerio de Agricultura de Brasil emitió un comunicado informando acerca de la detección de un caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) cepa atípica en el estado de Mato Grosso do Sul. Está enfermedad es también conocida como el Mal de la Vaca Loca y es transmisible a los seres humanos. Las autoridades brasileñas comentaron que el animal correspondía a una vaca de 17 años, la que fue sacrificada e incinerada. El caso fue notificado a la Organización Mundial de la Salud Animal así como la Organización Mundial de la Salud y  a los diferentes países importadores de carne brasileña.

Brasil es el más importante proveedor de carne bovina de China y debido a este caso, decidió suspender sus exportaciones mientras el país asiático evalúa la situación, pero también es uno de los proveedores más importantes de Chile y por lo mismo nos llama profundamente la atención que la autoridad chilena no haya tomado medidas adecuadas de protección dado el riesgo de esta enfermedad para la población humana. ¿Acaso los compromisos comerciales de nuestro país y la presión de algunos organismos internacionales  superan el derecho soberano de proteger, en este caso, la salud de los chilenos?

Nuestra organización participa del comercio exterior como estrategia de desarrollo, pero no a cualquier costo. Los esfuerzos privados y públicos que se realizan en Chile para producir el mejor ganado, bajo estrictos protocolos sanitarios y de bienestar animal, con el fin de obtener la mejor carne bovina y así entregarle la mejor calidad al consumidor, no se condice con la decisión de la  autoridad cuando de carne importada se trata.

AGROLLANQUIHUE A.G