Sobre la votación, el presidente de FEDELECHE, Eduardo Schwerter, manifestó que “estamos absolutamente de acuerdo y compartimos la moción»
Un avance tuvo en comisión mixta el proyecto de ley que establece la obligación de etiquetar en los envases el origen y el tipo de leche y otros productos lácteos. La iniciativa se encuentra en esta instancia desde enero, luego que la Sala de la Cámara de Diputados rechazara el proyecto y lo derivara para su consenso con los proyectos que los diputados ya legislaban en la materia.
En la sesión de este lunes, la comisión mixta aprobó por unanimidad la prohibición de catalogar y etiquetar como leche natural a aquellas definidas como reconstituidas y recombinadas, a fin que “el concepto de leche natural solo sea utilizado en aquella que, habiendo sido pasteurizada, se mantiene permanentemente en estado líquido”, indicó el presidente de la instancia, senador Álvaro Elizalde (PS).
Sobre la votación, el presidente de FEDELECHE, Eduardo Schwerter, manifestó que “estamos absolutamente de acuerdo y compartimos la moción. Creemos que son productos muy distintos, y por lo tanto nos parece correcto lo acordado por los legisladores en este punto”.
El representante del sector agregó que están expectantes y conformes que el proyecto esté avanzando “y observamos un interés de tanto los senadores como los diputados de llegar a buen término con esta iniciativa, sin dilataciones, toda vez que les mueve el espíritu de establecer por ley la mejor información posible para que el consumidor pueda tomar una decisión de compra más informado”.
El director ejecutivo de Aproval, José Luis Delgado, sostuvo que el Reglamento Sanitario de los Alimentos (DS 977) “ya considera de manera muy precisa las categorías natural, reconstituida y recombinada, por lo tanto, nos parece que el proyecto hace bien en recoger estas definiciones”. Sin embargo, indicó que “lo que echamos de menos en este proyecto, es la incorporación de recursos adicionales para fiscalizar y la precisión respecto de qué organismos públicos tendrán la responsabilidad de aplicar la futura ley, ya que corremos el riesgo de tener una muy buena norma, pero que carecerá de aplicación práctica si nadie la controla”.
Fuente: Mundo Agropecuario