Su consumo humano comenzó hace 11 mil años con la domesticación del ganado, desde entonces, es parte fundamental ​de nuestra alimentación.

La leche es el líquido que se obtiene de la vaca sin alteración de su contenido, también se llama leche cuando proviene de otros animales como cabras y ovejas.

CONTENIDO NUTRICIONAL
100 g de leche contiene ​en promedio:4.9 g de azúcar lácteo o ​lactosa. 87.4 g de agua.​3.2 g de proteína. ​​3.7 g ​grasa láctea. ​​0.8 g ​de vitaminas.

¿CÓMO DEBE GUARDARSE?
​Se deteriora con facilidad y es sensible a los olores, por lo que se recomienda almacenar en envases de vidrio, porcelana y acero inoxidable, a una ​temperatura entre uno y tres grados.

Uso gastronómico:
Es base de cremas, ingrediente protagónico en la repostería. Es ideal para preparaciones ​líquidas como las natillas y salsas. Además de que conserva su contenido natural.

VARIEDADES
Condensada: Se le extrae ​el agua y se le agrega azúcar, lo cual da como resultado un producto espeso y de sabor dulce que ​puede conservarse durante varios años envasado y sin ​refrigeración.

Ultra pasteurizada:
​Lista para beberse. El proceso de pasteurización fue desarrollado por Louis Pasteur en 1865. Consiste en llevar la leche a una temperatura de 75 ºC durante 15 segundos, enfriándola inmediatamente.

En polvo:
Pese a su presentación, conserva íntegramente su contenido. Según datos de la Encyclopedia of Food Science, Food Technology and Nutrition, la leche en polvo se produce mediante la eliminación de agua de los sólidos lácteos.
Las vegetales: ​Son aptas para personas intolerantes a la proteína de la leche, la lactosa, tales como la leche de soya, coco, arroz y almendra.
Semi descremada: ​Conserva parcialmente su grasa, entre 1.5% y 1.8%, por lo que se considera baja en grasas.

Descremada:
Contiene un mínimo de grasa, aproximadamente 0.3%, conservando sus proteínas, azúcar y calcio, pero no las vitaminas liposolubles (vitamina D, E, K1, K2 y A).

Fuente: Heraldo de México