A raíz de recientes hechos, el ataque de perros asilvestrados es un problema que ha ido tomando relevancia en la opinión pública en el último tiempo y los habitantes del sector rural han sido los más afectados, además de animales domésticos como bovinos, ovinos, aves y en particular la vida silvestre.

Se considera perros asilvestrados a aquellos que alguna vez fueron domésticos, y que en un acto de irresponsabilidad mayor, fueron abandonados en los campos cercanos a la ciudad. Al ser gregarios, formaron jaurías y posteriormente sus crías nacieron en estado salvaje, teniendo que cazar para sobrevivir. También son dañinos los perros urbanos, no necesariamente asilvestrados, que salen de la ciudad y regresan a ella después de largas jornadas de caza.

Los perros, al ser animales inteligentes, generan estrategias de ataque en grupo dignas de un ejército, donde otras especies animales, y muchas veces personas, sufren las consecuencias. Su impacto en el ganado doméstico es tan o más relevante que el abigeato o robo de animales, no existiendo cifras exactas que puedan cuantificarlo. Nos parece que debemos poner una especial atención al efecto que este fenómeno causa en nuestra fauna nativa.

Debido a lo anterior es urgente que los propietarios de perros entiendan la responsabilidad que conlleva tener como mascota un animal que si se deja suelto no hace otra cosa que dar rienda suelta a sus instintos, especialmente cuando tiene hambre, cobrando sentido hablar de tenencia responsable de animales de compañía, que es lo que pretende regular la ley del mismo nombre.

Nuestro gremio ha manifestado estas inquietud a las autoridades. Hace unos meses hemos acordado entregar al SAG información dura sobre estos ataques. Cualquiera sea el evento, la idea es recibir estas denuncias para poder tener una cifra clara del daño y con esa investigación ayudar a buscar una norma que pueda ayudar a disminuir o erradicar los ataques.

Los caninos, han acompañado al hombre durante el desarrollo de nuestra civilización desde hace miles de años. Son buenos compañeros. Nos ayudaron a cazar y luego fueron fundamentales en el nacimiento de la agricultura y posteriormente el establecimiento de las urbes, protegiéndonos de otros depredadores, incluso humanos. No menos importante es el cariño que podemos llegar a dar y recibir por y de ellos. Pero su comportamiento depende de nosotros, ya sea de manera personal o como sociedad.

Rodrigo Mardones
Gerente
Agrollanquihue A.G